Herboristeria Brezo: Alimentos que Curan

LA MIEL. PARTE II
Características Físicas de la miel

Vamos a hablar de la consistencia, color, sabor y conservación de la miel, ya que los consumidores muchas veces elige mieles de buena apariencia que en realidad es posible que no sean muy puras ni con alto nivel nutritivo, y rechazamos las mejores por su aspecto.

La consistencia:

Cuando la miel se extrae del panal es una solución acuosa concentrada, pero este estado líquido es transitorio. Pasado un tiempo, debido a la cristalización de uno de los azúcares que componen a la miel, esta se transforma en una masa pastosa, granulada y opaca.

La miel cristalizada es tan buena o mejor que la miel líquida, ya que dicha cristalización es garantía de calidad para el comprador que no se tiene cuando se adquiere miel líquida.

Cuando a los productores se les exige que la consistencia de la miel sea líquida, se les está obligando a adulterar el producto.

Si queremos que la miel esté líquida para su consumo, es preferible coger la cantidad que se vaya a consumir y calentarlas al baño maría , nunca directamente, sin sobrepasar los 50º, para que no se altere los azúcares ni se destruyan los fermentos y vitaminas.

La coloración:

El color más común en las mieles es el castaño claro o ambarino, pero también las hay de color oscuro, lo cual no significa que la miel sea de peor calidad; por el contrario este tipo de miel, las mas oscuras, son mas ricas en fosfato de calcio y en hierro por lo que es mas indicada para personas con anemia, personas que tengan que hacer grandes esfuerzos mentales, y para cubrir las necesidades del organismo en la fase de crecimiento.

Las mieles oscuras son más ricas en vitaminas B1 y C, y la miel de color claro en vitamina A.

El sabor:

El sabor de las mieles de color claro es más suave que el de las mieles oscuras; pueden ser más o menos dulces, picantes y extremadamente amargas.

El poder edulcorante de la miel se estima aproximadamente en la mitad del que tiene el azúcar de caña.

La conservación:

La miel debe conservarse en un lugar seco y fresco, ya que es un producto que absorbe mucho la humedad, y por lo tanto, puede sufrir una fermentación alcohólica que hace imposible su ingesta.

El calor también afecta a la purificación de la miel porque destruye sus fermentos.

Para que la miel no pierda sus vitaminas deben guardarse en tarros que no dejen pasar la luz.

Como reconocer una miel de calidad:

- Las mejores mieles son las que conservan su vitalidad original y siempre las encontraremos en herboristerías de confianza.

- Si la compramos en grandes superficies debemos desechar envases sin etiqueta o mieles a granel por lo que siempre hay que comprar miel envasada y etiquetada con la marca del productor.

- Que la consistencia de la miel sea liquida o solidificada a simple vista no significa que tenga mayor o menor pureza. Por ejemplo la miel de encina no solidifica, pero su calidad esta en relación con su contenido en azucares y el tiempo transcurrido desde su extracción.

- No es recomendable comprar miel que contenga cera, pues en ella es donde mas se acumulan los residuos contaminantes.

- Una miel de importación, que provenga de países lejanos no tiene por qué ser de peor calidad, pero es recomendable comprarla solo cuando se tenga absoluta certeza de que no ha sufrido ningún tipo de manipulación que altere sus propiedades originales.

- Si usted queda descontento ya sea con la información que proporcionan las etiquetas o con la calidad de la miel, el consumidor tiene la obligación de expresarlo al vendedor o denunciarlo a las organizaciones que velan por la calidad de los productos.

Usos terapéuticos de la miel:

Anemia:

En el caso de personas que padecen anemia, es muy aconsejable ya que la miel tiene acción reconstituyente.

En el tratamiento de la anemia se puede sustituir el azúcar por una dosis de 50 a 100 gramos de miel diarios. Será muy beneficioso por sus sales minerales y en particular del hierro.

Enfermedades de las vías respiratorias y pulmones:

La miel pose una acción secretolítica y expectorante gracias a su contenido en monosacáridos. A todo ello hay que añadir la importante acción bacteriostática. La miel también es eficaz para catarros de faringe, tráquea y bronquios, gargarismos y de igual forma por su acción sedante es notable en afecciones dolorosas.

Enfermedades del aparato digestivo:

La miel produce un aumento de la secreción de las glándulas digestivas, por lo que ayuda en los trastornos o molestias digestivas, por otra parte, las inhibinas impiden el desarrollo de bacterias nocivas en el tubo digestivo.

Para contribuir a la curación de úlceras estomacales es recomendable tomar en ayunas una cucharada de miel, ensalivándola bien y esperando una hora para tomar el desayuno.

Una o dos cucharadas de miel en vez de azúcar bastan para endulzar 200 gr de alimento y así evitar la colitis y las erupciones; contribuye a regularizar la actividad de los intestinos.

Enfermedades del hígado y de las vías biliares:

En personas que sufran de hígado la miel ejerce una acción hepato-protectora, ya que aumenta la cantidad de glicógeno disponible en el hígado. Si dichas personas sufren una repulsión por las sustancias azucaradas en general y no están habituadas a la miel podrán diluirlas en agua o en otros alimentos. En los casos de alcoholismo se administrará miel cada media hora para calmar la excitación y acelerar el retorno al estado de sobriedad.

Enfermedades del riñón y de las vías urinarias:

Cuando se come miel en abundancia aumenta la sed lo que incita a consumir mas liquido y en consecuencia aumenta la secreción de orina y la eliminación de toxinas del organismo. De esta manera se produce una limpieza de los riñones y las vías urinarias.

Enfermedades del sistema nervioso:

La miel es un sedante que actúa sobre el conjunto del organismo. En caso de nerviosismo suave el tipo de miel es la de tilo.

Para las personas que sufren de insomnio, que tienen dificultades para conciliar el sueño o se despiertan en el curso de la noche deberán tomar dos cucharadas poco antes de acostarse. Si la persona sufre una gran excitación puede aumentarse la dosis.

Enfermedades del aparato genital femenino:

La miel tiene efectos calmantes en reglas dolorosas y durante la menopausia.

En el caso de la menopausia es aconsejable la ingestión de 20 a 40 gramos por la mañana, media hora antes del desayuno.

Enfermedades de los músculos y las articulaciones:

En caso de calambres musculares del pie o de la pierna, se tomarán en cada comida dos cucharaditas de miel junto con las bebidas o como edulcorante de algún postre.

Quien realice entrenamientos deportivos normales deben ingerir unos 30 gramos diarios de miel; los que jueguen al fútbol con frecuencia deben ingerir entre 30 y 60 gramos antes de un partido, y beber una limonada con miel antes del descanso; los aficionados al ciclismo deben mezclar el zumo de una naranja, el de un limón, 250 gramos de miel, una pizca de sal y otro poco de bicarbonato sódico.

En caso de reuma se ingerirá de dos a tres cucharadas de miel de brezo por las mañanas en ayunas.

Enfermedades de la piel:

Importante acción cicatrizante en llagas ocasionadas por quemaduras o las debidas a contusiones y traumatismo.

En las cortaduras se debe aplicar una capa de miel sobre las heridas y se cubrirá con una gasa.

En las inflamaciones de la piel se aplicara una mezcla de dos tercios de miel y un tercio de aceite de oliva.

La miel en la cocina

Recetas:

Aderezo para ensaladas: Mezclar con un batidor de alambre cuatro cucharas soperas de aceite de oliva, dos cucharadas de miel y dos de zumo limón.
Ambrosía frutal: Cortar en rodajas unas naranjas sin semillas y colocarlas en un plato. Esparcir miel a gusto sobre cada rodaja y colocar encima avellanas, almendras, piñones o nueces desmenuzadas.
Compota mixta: Cortar en pequeños trozos varias cerezas, ciruelas, manzanas o melocotones, y poner a cocer en agua. Durante la cocción se puede agregar algunos trocitos de corteza de limón. Una vez cocidas las frutas añadir miel a gusto, dejar enfriar y reposar durante unas horas.
Ensalada de piña: Cortar en dados una piña madura, agregar plátano, naranjas y otras frutas cortadas y agregar miel al gusto.
Fresas con nata y miel: Cortar 50 gramos de fresas en trozos pequeños, agregar 100 gramos de nata y 3 cucharadas de miel.
Pastel de miel: Calentar al baño María 1 kg de miel. Cuando dicha miel esté liquida quitarla del fuego y agregar medio litro de nata, el zumo de dos limones y un poco de corteza de limón rayada. Remover el conjunto mientras se están agregando los ingredientes. Después agregar harina, mitad blanca y mitad integral, hasta que se forme una pasta que se pueda estirar con facilidad a cualquier tamaño. Dejar la pasta con un centímetro de espesor colocándola sobre una plancha enharinada en horno caliente. Al sacarla del horno se pinta con miel diluida en agua.
Batido de plátano: Cortar en trozos los plátanos y licuar con leche y miel a gusto.
Jarabe para garganta irritada: Mezclar el jugo de tres limones con una taza de miel y tomar una cucharadita de vez en cuando.
Refresco vigorizante: Mezclar dos cucharadas de miel con dos cucharadas de vinagre de sidra, agregando agua a gusto del consumidor.